Consejos para la elaboración y envasado de conservas caseras

Ya desde hace cientos de años, la gente ha estado con el envasado de conservas caseras como método de conservar los alimentos, frutas y verduras, carnes o pescados durante un largo tiempo.

Es evidente que esta práctica comenzó por necesidad ya que los alimentos frescos en su estado natural no duraban mucho tiempo y evidentemente no se disponía de lugares secos y fríos para almacenarlos.

Y es obvio que en épocas de racionamiento por motivos políticos o durante guerras, guardar los alimentos en conservas era un buen método para asegurarse el suministro de comida en la mesa.

Hoy en día, seguimos manteniendo la elaboración de conservas a la vez de porque son muy ricas, con el paso de los años se han enraizado en nuestras recetas, platos y comidas preferidos. 

De momento no estamos en tiempos de escasez, así que elaborar conservas es una buena manera de aprovechar ciertas comidas (como salsas de tomate), productos de temporada en grandes cantidades (como legumbres) o a quien no le gusta dar buena cuenta de botes de mermeladas caseros.

Los métodos de conservación

Ya sabemos que existen varias técnicas para el  envasado de conservas caseras y conservar nuestros alimentos, algunas más antiguas como el salazón o el secado al sol, ahumado y otras más modernas como congelar o usando las deshidratadoras caseras de las que os hablo aquí

Vamos a ver a lo largo de este artículo diferentes tipos de formas de elaboración de conservas caseras, conservas dulces (elaboradas con azúcar) y conservas en vinagre.

Normalmente podemos conservamos la fruta de temporada con azúcar y elaborar mermeladas, gelatinas o compotas mientras que los principales usos del vinagre suelen ser para conservar verduras y algunas frutas

Alimentos a conservar

Frutas blandas: las deberemos usar sin que estén muy maduras porque si la fruta tiene un contenido de agua muy elevado es difícil que la conserva se mantenga mucho tiempo.

Frutas cítricas: para este tipo de frutas vamos a buscarlas que sean relativamente pesadas por su tamaño y que tengan mucho jugo, siempre elige frutas sin golpes y si vas a usar cascara en la elaboración de la conserva lávalas antes para que estén libres de ceras o pesticidas. 

Verduras: compra verduras frescas cuando estén de temporada para asegurar la mejor calidad y también para ahorrar en el precio.

También podemos usar frutas y verduras levemente magullados para aprovecharlos retirarando la parte dañada.

Como preparar los alimentos

Lo primero de todo que hay que hacer es asegurarse que el alimento que vayamos a usar no estén en mal estado, demasiado maduros o con muchos golpes.

Frutas blandas: Hay que quitar todas las hojitas y ramas que puedan tener con cuidado y quitar las bases por ejemplo en frutas como fresas.

Fruta cítrica: Los cítricos son ideales para hacer mermeladas y para aprovechar del jugo, un truco para que desprendan bien el jugo que tienen es rodarla un poco por la encimera con un poco de fuerza, usa un cuchillo mediano afilado para cortar la piel de frutas cítricas en tiras, si la receta lo requiere quitando los restos que tengan de parte blanca como la de las naranjas o limones ya que si no, amargara.

Quitar la piel: para muchas elaboraciones de conservas vamos a necesitar quitar las pieles de los alimentos, como por ejemplo con tomates, nectarinas, melocotones, se suelen pelar. Elige frutas y verduras en su punto de maduración y con un cuchillo afilado marca una cruz en la base. Escáldalos, en agua hirviendo durante aproximadamente 1 minuto, o menos si ves que la piel ya empieza a soltarse. Escurre los alimentos y enjuaga con agua fría.

Equipamiento de cocina necesario

Ollas de cocina

Te recomiendo que sean ollas grandes ya que muchas veces vamos a necesitar ponerlas que lleguen al punto de ebullición y que no se nos derrame.

Se pueden usar tanto ollas de acero inoxidable como ollas de fundición para hacer tus conservas caseras.

Otras características que facilitan la elaboración de conservas incluyen: medidas de volumen dentro de la olla, lados inclinados para máxima evaporación o una válvula en la tapa que permite la salida del vapor para que el líquido se reduzca, mejorando la concentración de la conserva.

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Pasteurizador

Aunque no es imprescindible, el pasteurizador es un aparato ideal para hacer conservas en casa ya que son recipientes normalmente de gran volumen y que nos permiten controlar el tiempo y la temperatura que tenemos, ideal para poner dentro nuestros tarros con las conservas.

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Tarros cristal

Normalmente las conservas de tipo dulces como mermeladas, gelatinas y compotas se guardan en tarros de cristal pequeños de 225 ml aproximadamente. En cambio, cuando vamos a hacer conservas de encurtidos u otras conservas con base de vinagre se suelen usar tarros más grandes desde 500 ml, para conservarlos. Pero lo más importante es que los tarros de cristal sean con cierres herméticos para evitar que las conservas se nos contaminen con bacterias aéreas. Lo más recomendable son tarros de cristal o frascos herméticos con cierre metálico y sello de goma.
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También te van a resultar muy útiles otros elementos de cocina como coladores, embudos, cucharas de madera y tablas de cortar.

Además de los cuchillos o tijeras y que estos estén bien afilados, es mucho más fácil cortarse con un cuchillo poco afilado que con uno que corte bien.

Esterilizar los tarros de cristal

Tanto para la esterilización de tarros de cristal nuevos como si son reciclados (si las tapas estan en buen estado), este paso es imprescindible para que nuestras conservas no se nos estropeen.

  • Lo primero fijate bien que no estén rajados.
  • Lava bien los tarros con agua y lavavajillas y quita las etiquetas que tengan, si no se te da bien o no sabes como mira los trucos que te doy aquí.
  • Enjuaga bien los restos de jabón de los tarros de cristal y déjalos secar boca abajo.
 
Para esterilizar tus botes de cristal y sus tapas te recomiendo alguno de estos métodos:

Al horno: Precalienta el horno a unos 170ºC y cuando este listo por tus botes en la bandeja sin que se toquen entre ellos durante unos 10 min. Pasado el tiempo sácalos con cuidado y ya los tienes listos para rellenar con la conserva recién hecha, hazlo justo cuando vayas a envasar.

Con agua en una olla: Aquí te recomiendo poner un paño de algodón lo primero en el fondo de la olla para evitar que tus tarros «bailen» y se puedan romper, pon tus botes sobre el paño y llena la olla con agua hasta cubrirlos, lleva la olla a ebullición y deja que hierva unos 10 min. Pasado el tiempo ponlos boca abajo sobre papel de cocina para que salga el agua que puedan tener y rellenalos lo antes que puedas con la conserva caliente.

Te recomiendo que tengas mucho cuidado al rellenar los botes de cristal con la conserva sobre todo si esta muy caliente ya que te puedes quemar y en no derramar la preparación por el bote, para esto es muy útil un embudo que si no lo encuentras con la boca suficientemente ancha, usa uno de plástico normal y recortar al tamaño que necesites la boca de salida.

Llena los botes a ser posible hasta el borde y cierralos bien con su tapa correspondiente, al hacerse el vacío dentro oirás como un pequeño plop en la tapa.

 

 

Como guardar tus conservas y su duración

Si las conservas están bien realizadas pueden durar hasta un año y alguna incluso más tiempo si las proporciones de azúcar o vinagre son las correctas.

Como casi todos los alimentos que no requieren estar en la nevera, las conservas hay que guardarlas en un sitio fresco, seco y oscuro para mantenerlas alejadas de la humedad y altas temperaturas, teniendo en cuenta que si le da la luz solar directa (o artificial) va a ir perdiendo color y propiedades.

Una vez que abres tus tarros de conserva, debes guardarlos en la nevera y consumirlos lo antes posible, depende de lo que sea el tipo de conserva aún te puede aguantar un par de semanas.

Recuerda etiquetar bien cada uno de los tarros con lo que contiene y la fecha de elaboración, según los haces seguro que te acuerdas, pero con el paso de los meses seguramente no recuerdes todas las preparaciones.

Limpia bien los tarros antes de cerrarlos y guardarlos para evitar que crezcan bacterias indeseadas.

Un truco para conseguir hacer bien el vacío, es al llenarlos y mientras aun esta caliente la preparación que hemos puesto en el tarro, ponerlos boca abajo hasta que se enfríen.

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