Pollo Asado en Freidora de Aire (Piel Crujiente y Carne Jugosa)
La receta definitiva para conseguir un pollo asado espectacular en la freidora de aire. Queda con la piel súper crujiente por fuera y una carne increíblemente jugosa por dentro. ¡Más rápido, limpio y económico que en el horno tradicional!
Equipo
- Freidora de aire
- - Bol pequeño
- - Pinzas de cocina
- - Termómetro de cocina (opcional, pero recomendado)
Ingredientes
- - 1 de pollo entero aprox. 1.2 - 1.5 kg, limpio
- - 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- - 1 cucharadita de sal
- - 1 cucharadita de pimentón dulce
- - 1 cucharadita de ajo en polvo
- - 1/2 cucharadita de pimienta negra molida
- - 1 cucharadita de hierbas provenzales
- - 1/2 de limón
- - 3 dientes de ajo
Instrucciones
- Seca muy bien el pollo con papel de cocina, por fuera y por dentro. Este es el paso clave para una piel crujiente.
- En un bol pequeño, mezcla la sal, el pimentón, el ajo en polvo, la pimienta y las hierbas provenzales.
- Unta el pollo con la cucharada de aceite y masajéalo bien por todas partes con la mezcla de especias.
- Introduce el medio limón y los dientes de ajo enteros dentro de la cavidad del pollo para aromatizarlo y darle jugosidad.
- Coloca el pollo en la cesta de la freidora de aire con la pechuga hacia abajo.
- Programa la freidora a 180°C y cocina durante 30 minutos.
- Con cuidado, abre la freidora y dale la vuelta al pollo, dejando ahora la pechuga hacia arriba.
- Vuelve a programar a 180°C y cocina durante otros 20-25 minutos, o hasta que la piel esté dorada y un termómetro insertado en el muslo marque 75°C.
- Saca el pollo y déjalo reposar sobre una tabla durante 10 minutos antes de trincharlo. ¡Este paso es fundamental para que no pierda sus jugos!
Notas
- El secreto de la piel crujiente: Secar el pollo a conciencia es el 80% del éxito. La humedad es la enemiga del crujiente.
- No te saltes el reposo final: Si cortas el pollo nada más salir de la freidora, todos los jugos se derramarán sobre la tabla. El reposo permite que se redistribuyan por toda la carne, dejándola mucho más tierna.
- No te saltes el reposo final: Si cortas el pollo nada más salir de la freidora, todos los jugos se derramarán sobre la tabla. El reposo permite que se redistribuyan por toda la carne, dejándola mucho más tierna.