Prepara las costillas. Retira la membrana plateada de la parte trasera del hueso (ver trucos abajo). Seca la carne con papel de cocina.
Mezcla todos los ingredientes del "rub" en un bol pequeño.
Masajea. Frota la mezcla de especias por todo el costillar, insistiendo en la parte de la carne. Sé generosa.
Coloca. Pon las costillas en la Crockpot. Si no caben enteras, córtalas en secciones de 3-4 huesos. Colócalas de pie (verticales) alrededor de la olla, como si fuera una valla, con la carne hacia la pared de cerámica.
Cocina. Tapa y programa 8 horas en BAJA (o 4 horas en ALTA). No añadas agua ni líquido; se cocinarán en su propia grasa y jugo.
Saca. Con mucho cuidado (se romperán de lo tiernas que están), pásalas a una bandeja de horno forrada con papel de aluminio.
Pinta. Pincela generosamente las costillas con tu salsa barbacoa favorita por ambos lados.
Carameliza. Mete la bandeja en el horno con el grill encendido a 220°C durante 5-8 minutos, hasta que la salsa burbujee y esté pegajosa. ¡Vigila que no se queme el azúcar!
Sirve. Disfruta manchándote los dedos.