Patatas en gajos al horno con ajo crujiente
Estas Patatas en gajos al horno con ajo crujiente tienen un montón de matices en su sabor gracias a las especias que ponemos. ¡Más ricas que las patatas fritas, estos gajos por si solos son un aperitivo o acompañamiento perfecto!
Desde luego los gajos de patata caseros son mucho mejores que los que puedes comprar en el super o en las cadenas de comida rápida ¡y los puedes hacer fácilmente en casa!
La primera vez que hice estas patatas lo único que me preocupaba era que los gajos me quedaran con la forma perfecta, pero con un poco de práctica y con que tengan un tamaño y grosor similar es suficiente.
Yo cuando no tengo ajo fresco, las sazono con pimentón (dulce o picante al gusto), ajo y cebolla en polvo, sal y pimienta, todo especias en polvo con lo que consigo que se mezcle todo rápidamente para ponérselo a las patatas.
Pero si quieres el toque del ajo crujiente, si o si tendrás que usar ajo fresco picado o en láminas dependiendo de como te guste encontrártelo.
Los gajos de patata son de mis acompañamientos favoritos aunque muchas veces por no poner el horno acabo por no hacerlas para acompañar un buen plato … y seguramente no sea yo la única a la que le encanta esta receta.
Si quieres usar las Patatas en gajos al horno como acompañamiento de otros platos, puedes variar las especias que usas, por ejemplo añadir romero o tomillo para unas carnes o eneldo si lo usas para acompañar pescados.
Si las vas a comer solas, puedes añadirles Bacon sofrito con un poco de nata de cocinar o ponerlas con algún tipo de salsa que te guste, de queso, barbacoa, etc
Y es que estas patatas al horno realmente son mucho más saludables y ligeras que unas patatas fritas tradicionales en sartén y aceite, con menos exceso de aceite y realmente se tarda aproximadamente el mismo tiempo en prepararlas.
Cómo cortar los gajos
Para cortar los gajos, yo suelo escoger patatas de tamaño similar y poco más grandes que un huevo, lavadas perfectamente y si es necesario frotándolas con un cepillo suave para quitarles todo el resto de tierra que puedan tener.
Yo las suelo hacer con piel incluida, aunque ten en cuenta que en algunas variedades de patata esta es gruesa y puede no quedar bien o simplemente te puede no gustar, en ese caso pélalas y la receta saldrá igual.
Yo si las voy a comer solas, también les añado algún tipo de queso que tenga, con un sabor un poco fuerte y la verdad es que ganan bastante y hacen más completa la receta.